Adriana.
"Estamos bien, Adriana. Gracias por mandarnos ayuda. Me enteré que Draven vino porque tú se lo pediste. Estoy muy orgulloso de ti", dijo con tono satisfecho mientras que yo me mordí el labio inferior vacilante. 
"No es así, papá", comencé a explicarle. 

"Te quedan dos minutos", dijo Draven en voz baja, y me estremecí cuando sentí su aliento golpear contra mis hombros desde la espalda. 
"Respecto a tu madre, escuché que te dijo que no queremos que regreses", explicó en la otra línea y me quedé callada. "No es verdad, nunca te abandonaríamos, Adriana. Pero sabes lo mucho que significa esto para nosotros. Solo deseamos tu bienestar", expresó en voz baja, en ese momento, quería gritarle para hacerle entender lo errado de su pensamiento. Solo que esta noche, el vampiro que más detesto, me forzó a besarlo. ¿Cómo puede ser esto lo mejor para mí?
"Resta un minuto", murmuró Draven y resoplé cuando me dio un beso en mis hombros, sus dedos acariciaron la parte superior de mi brazo por lo que exhalé profundamente, tratando de ignorar su presencia. 
"No me gusta este lugar. Deseo volver", susurré sin fuerzas y lo escuché responder algo en la otra línea. 
"Entiendo, Adriana, pero por favor haz el intento por nosotros", suplicó, su voz era fría por lo que yo guardé silencio de nuevo. "Quizás te dejen venir a visitarnos el fin de semana", agregó en voz baja y mi corazón se alegró con sus palabras. 
"¡Sí, me gustaría! ¿Cuándo iremos a...?", antes de que pudiera terminar de hablar, una mano me arrancó el celular violentamente, por lo que me di la vuelta para mirar a Draven, quien colgó la llamada. 

"Se acabó el tiempo, niña bonita", susurró y estiré el brazo para agarrarlo, pero él me dio un fuerte golpe en la frente. 
"¡Te lo suplico, solo una llamada más!", le dije y él hizo un gesto de negación con la cabeza antes de acostarse en la cama. 
"Draven, por favor, es importante...", expresé con voz ahogada mientras soltaba algunas lágrimas debido a la frustración. ¿Por qué tiene que actuar siempre como un imbécil? 
"Ya te di tres minutos, ahora duérmete", susurró, colocando sus palmas debajo de su cabeza sobre la almohada y cerrando los ojos para ignorarme. 

"Por favor, mi familia desea verme este fin de semana, así que me preguntaba cuándo..."
"¿Qué dem*nios te hace pensar que te permitiré verlos?", gritó y en su cara apareció una expresión de satisfacción mientras que a mí me dolió el corazón por sus palabras. 
"Te lo ruego".
"No, y es mi respuesta final, así que no gastes tu tiempo suplicando", finalizó groseramente por lo que me sequé las lágrimas que tenía en el rostro antes de alejarme. Se quedó mirando mi tristeza durante unos segundos antes de darse la vuelta y tragué saliva para acercarme a él. 
"Oye, Draven...", me atraganté, jalando su brazo con suavidad, con la esperanza de poder convencerlo de alguna manera para que cambiara de opinión. "Draven, te lo pido", expresé rogando y jadeando cuando de repente se giró hacia mí y me cogió la muñeca, quitándola de su brazo dando un pequeño salto. 
"¡Cierra la boca!", dijo en voz alta, cogiéndome de los hombros bruscamente y me quejé ante su repentina reacción. "¡¿Qué rayos te sucede?! Si me enfado, comienzas a llorar y si hago algo bueno, ¡o ruegas por algo más o nunca dices gracias! ¡¿Por qué no puedes estar feliz con lo que tengo para ofrecerte?!", gritó mientras mis lágrimas caían por mi rostro, apaciguando mis quejidos mientras digería sus palabras egoístas. 
"Yo, yo...", tartamudeé y Draven me soltó para volverse a acostar. 
"¡Duérmete ya!", ordenó y me acosté en la cama para darme la vuelta, colocando mis manos sobre mis labios mientras cerraba los ojos con fuerza. 
"Te detesto, Draven Cruz", dije para mis adentros mientras seguía llorando en silencio. 
"Ciertamente te odio". 
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Abrí los ojos y mi cuerpo se puso tenso cuando sentí que el brazo de alguien me apretaba alrededor de mi cintura por detrás, provocando un escalofrío en mi espalda. Oh, rayos, no. Respiré profundamente y giré la cabeza y vi a Draven, quien todavía estaba dormido y era quien me abrazaba. 
Quité lentamente su brazo y me senté en la cama antes de quitarme las sábanas de mi regazo y salir inmediatamente de la cama, moviendo mi cabello desordenado. 
"¿Sucedió algo anoche?", pregunté para mis adentros, recogí mi abrigo y salí de puntillas del dormitorio, rogando que él no se despertara. Cuando abrí la puerta, mi cara se topó con el pecho de alguien por lo que subí la mirada y me di cuenta de que era Vincent, quien puso cara de sorpresa. Inmediatamente, cerré suavemente la puerta detrás de nosotros.  
"Buenos días", susurré, pasando a su lado y me detuve cuando se puso frente a mí. La expresión de su cara era de total confusión y me escaneaba de pies a cabeza. 
"¿Dormiste anoche con Draven?", interrogó, perplejo y yo simplemente hice un gesto de aceptación, sin querer explicarle nada. 
"Tengo que ir a ducharme", dije, pasando a su lado para dirigirme a mi dormitorio, mi corazón se aceleró al escuchar los pesados pasos que me perseguían. 
"¿Sucedió algo anoche?", preguntó Vincent, mientras me alcanzaba, por lo que entrecerré los ojos antes de detenerme cerca de mi dormitorio. "Algo entre tú y Draven...", agregó tartamudeando así que lo miré desorientada antes de suspirar. 
"¿Por qué actúas como si te interesara, Vincent...?", susurré, dándome la vuelta y cuando estaba a punto de abrir la puerta dos manos frías cogieron mis hombros y me giraron, así que me encontré con sus penetrantes ojos azules. 
"Sí me importa", expresó enfatizando cada palabra, por lo que arrugué el ceño antes de guardar silencio ante su mentira. 
"¿Por qué?", interrogué mirándolo fijamente a los ojos y vi su cuerpo tensarse ante mi pregunta. "¿Por qué te importa, Vincent?", volví a preguntar y él me arrojó otra mirada y permaneció en silencio. ¿Qué era lo que le pasaba? ¿No me digas que está enamorado de mí?
"Vicent, no quiero que te confundas...", empecé a explicarle, abriendo un poco la puerta y él levantó una ceja y me vio con expresión de confusión. "No tengo esos sentimientos hacia ti, así que tampoco deseo que tú...", dejé de hablar, sonrojándome un poco por lo que decía. Eso sonaba mucho mejor en mi mente. 
"¿Qué dices?", preguntó subiendo las cejas y en su cara apareció una expresión de asombro al darse cuenta, además dio un paso adelante para acercarse un poco más. "Espera, ¿tú crees que estoy enamorado de ti?", agregó, en su cara apareció una expresión de horror y yo arrugué el ceño ligeramente y me sonrojé. Por favor, espero que sea así, porque sería muy vergonzoso si no lo estuviera.
"Como sea", abrí inmediatamente la puerta y estaba a punto de cerrarla en su rostro cuando entró, con una sonrisa dibujada en sus labios. "Yo solo estaba diciendo...", me atraganté, luego di unos pasos hacia atrás para alejarme. 
"¿Ni siquiera te interesa aclarar el malentendido que ronda por tu cabeza?", dijo divirtiéndose con sus palabras, mientras que mis ojos se abrían antes de quedarme callada. 
"Necesito ducharme, por favor vete", dije en voz alta, girándome hacia él y empujándolo a la salida. La sonrisa en su rostro no desapareció hasta que le di un último empujón, lo saqué de ahí y cerré la puerta rápidamente. 
"Oh Dios, por favor sálvame de esto", me quejé. Abrí el guardarropa y tomé un top corto de color verde turquesa y una falda corta, ni siquiera me molesté en elegir un atuendo decente. Luego, de darme un largo baño y ponerme la ropa, bajé apurada las escaleras y saludé a Alaric y Finn a quienes me encontré por el camino. Ellos me saludaron con la mano antes de que prácticamente yo saliera corriendo para llegar al comedor. 
"¡¿Dónde dem*nios estabas anoche?! ¡Te estuve buscando!", dijo Ferra mientras yo me acercaba lentamente a la mesa. 
"Estaba en mi dormitorio", mentí y cuando estaba por tomar asiento me di cuenta que Draven estaba sentado en su silla y me lanzó una sonrisa por la mentira que dije. 
"¿Estás segura de que te encontrabas en tu dormitorio anoche?", preguntó y en mi cara apareció una expresión de sorpresa cuando todos nos miraron confundidos. ¿Por qué hacía eso? ¿Por qué quería que los demás vampiros supieran que dormimos juntos?