Capítulo 78
546palabras
2022-10-07 00:02
Adriana
Antes de que pudiera decir algo, Emily cerró la puerta detrás de nosotras y dejó escapar un chillido de frustración. “Demonios, ¿por qué todos tienen que ser tan guapos?” Preguntó, respirando hondo para calmarse. “Si no fuera porque son tan atractivos, hubiera agarrado sus cabezas y…” dijo, haciendo algunos sonidos extraños y golpeando su dedo índice en la palma de su mano. Probablemente imaginaba que estaba aplastando la cabeza de los chicos con sus manos o algo así. No podía decirlo con certeza ya que, aunque conocía muy bien a mi amiga, ella seguía siendo demasiado rara para que pudiera descifrar lo que estaba pensando. “Sí, bueno, así son las cosas aquí”, dije. “Así es como me tratan siempre”. “¡No!” Emily exclamó. “No vas a dejar que te traten de esa manera”. Agarró mi mano entre las suyas y me miró a los ojos. “Toda esa basura del triángulo amoroso es solo un cliché”, agregó. “No puedes darte por vencida y entregarle a Draven en bandeja de plata. Tienes que hacer algo para recuperarlo”. “Emily, ¿qué cosas dices?” Pregunté, confundida y un poco aterrada por la manera cómo me estaba mirando. “Como quieres seguir siendo la tonta de la novela, te diré lo que haremos a continuación”, Emily anunció con firmeza, apretando mi mano con fuerza. “Vamos a tener una fiesta, aquí y ahora”. La miré fijamente durante un rato, esperando que me dijera que estaba bromeando, pero sus ojos no perdieron la determinación ni por un segundo. “¿Estás loca?” Pregunté, indignada. “Eso es lo que yo te debería estar preguntando”, respondió. “¿Vas a dejar que la chica muerta se lleve a tu hombre?” Dijo. “Y ya que estamos. Esa chica se suponía que debía estar muerta, solo Dios sabe por qué tuvo que aparecerse ahora y arruinar todo…” “Draven no es mi hombre”, la interrumpí. No quería seguir escuchando las cosas que tenía que decir sobre Lianna. Si bien era verdad que ella había reaparecido en el peor momento, no podía culparla de las decisiones que Draven había tomado por su cuenta cuando se fue con ella y me dejó aquí, encerrada. “El punto es que vamos a hacer esto, así que elige el atuendo más bonito que tengas”, Emily dijo. “Llamaré a todos nuestros amigos. Estoy segura que se volverán locos si les decimos que vengan. Además, lo pasarás genial, y para ser sincera, creo que te lo mereces”. Vi que mi amiga ya tenía su teléfono en la mano y que estaba escribiendo algo con sus ágiles dedos. Quise protestar, pero me detuve a pensar bien las cosas. ¿Debía seguir el plan de Emily? No, no debía, ¿verdad? Draven se volvería loco si se entera que tuvimos una fiesta aquí. Además, Danny nunca me lo permitiría… “Oye, Shawn, avísales a todos, vamos a tener una fiesta aquí”, Emily dijo. Estaba hablando por teléfono. “Te enviaré un mensaje con la ubicación exacta y la hora. No te asustes cuando lo leas. Solo asegúrate de venir y correr la voz”. Colgó y volteó a mirarme. Sus ojos verdes brillaban de la emoción y, al verla tan animada, sonreí. Era difícil no emocionarse cuando estaba con Emily. Al final, decidí mandar todo al diablo. Los vampiros no eran los únicos que sabían cómo divertirse.
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