El punto de vista de Adriana
Se detuvo, me miró con furia y dijo: “Sé que uno de mis hermanos lo hizo, apuesto a que fue Vincent”. 
“¡E-espera!”, grité, mientras corría para evitar que abriera la puerta. "¡No fue Vincent! ¡Lo juro!", exclamé, parándome frente a él y agarrando su camisa. 

"¿Y por qué debería creerte?", murmuró. 
Negué con la cabeza y tartamudeé. "B-bueno, porque...". De repente, volvió a mirarme fijamente, provocando que mis latidos se aceleraran. 
"¡Esta es tu última oportunidad! Tienes cinco segundos para confesarme quién fue", advirtió, dando un pequeño paso hacia adelante. “Cinco, cuatro, tres…” con cada número que contaba, avanzaba un pequeño paso más. Mientras tanto, yo instintivamente retrocedía; mi menté se nubló e intentaba decir la verdad, pero no podía hacerlo. 
"Dos, u-"
"¡Fue Dexter!", exclamé, liberando un suspiro que ni siquiera sabía que estaba conteniendo. Draven se congeló repentinamente y sus ojos irradiaron tanta furia que no pude evitar estremecerme. 
"¿Qué dijiste?"

"Fue Dexter..."
"¿Cómo diablos llegó a hacerte eso?", escupió, rechinando los dientes y las manos cerradas en puños por la ira.  
"B-bueno, anoche apareció de la nada y-"
"¿Anoche?", preguntó sorprendido antes de sacudir la cabeza con incredulidad. "¡Otra vez me estás mintiendo! Anoche estuviste conmigo todo el p*to tiempo, Adriana". Me apoyó contra la puerta, enjaulándome en sus brazos, para asegurarse de que no me escapara.  

"¡Estoy diciendo la verdad! Bajé a tomar agua y él estaba allí...", respondí. 
"¿Por qué diablos no me lo dijiste?", espetó, golpeando una de sus manos en la puerta. 
"Tenía miedo... de que lo enfrentaras..."
"¡Al diablo con eso! ¡Debiste decírmelo!", intervino.
"No quería que lo lastimaras, Draven", contesté, negando con la cabeza. 
“¿A quién le importa lo que tú quieras? ¡Trapearé el piso con ese miserable y no puedes hacer nada para impedirlo!". Inclinó su rostro hacia mí, con ojos llenos de rabia. 
“Por favor, cálmate. Lo siento, lo siento por no decírtelo, pero quería evitar más problemas entre ustedes...". 
"¿Callando la verdad?", murmuró con frialdad, mientras retrocedía. "Muévete, volveré pronto", dijo brevemente. Estaba a punto de empujarme a un lado cuando tomé su mano.
"¡No! Draven, por favor. Te lo suplico, cálmate y dime por qué sucede todo esto. ¿Qué quiere Dexter de mí?", pregunté, ansiosa. Me miró con frialdad, tomó mi mano con fuerza y lentamente volvió a soltarla.  
“Lo único que debes saber es que no puedes estar cerca de él", sus palabras tan cortantes despertaron mi furia. Estaba harta de ser tratada como una estúpida.  
"¡Quiero saber el por qué! ¿Por qué me persigue?" cuestioné, parándome frente a él y cruzando mis manos sobre mi pecho.
“Muévete, niña. Te ves linda cuando estás enojada, pero en este momento tengo otras prioridades".  
"No me importa, dímelo", dije con firmeza, sin importarme que Draven suspirara con frustración.
"¡No!"
"¡Dímelo! ¿No crees que tengo derecho a una explicación?", pregunté, levantando mi voz.
"No es necesario que lo sepas, niña", dijo con impaciencia.
"¡Dime!", espeté, impidiéndole avanzar. 
“Porque él te va a usar para matarme, ¿lo entiendes? Después de eso, te matará a ti también, Lianna. ¿Tan ciega eres como para no sospecharlo?", gritó, agarrando mis muñecas y acercándome a él. Mi corazón casi se sale de mi pecho, pero me quedé quieta, mirándolo a los ojos.    
"¿Lianna...?" murmuré, sin entender nada.