Adriana.
-------------------------------------------------- ---------------------------------------------------------
"Te puedes caer, niña bonita, ven para acá antes de que te obligue", dijo en voz alta, por su tono de voz se podía notar que estaba más preocupado que enfadado.
"No lo haré", respondí desafiante y vi que me arrojaba una mirada.
"¡Dem*nios, Andriana, quítate de ahí!", gritó alterado pero yo simplemente me burlé de sus palabras. Estaba a punto de dar otro paso adelante cuando me eché un poco hacia atrás y lo vi ponerse nervioso, su mirada se llenó de preocupación antes de que sus expresiones se relajaran.
"Si te acercas un poco más, lo juro por Dios, me arrojaré al vacío. No tengo nada que perder, Draven", dije en tono de advertencia y vi como apareció una expresión de sorpresa en sus ojos, su rostro se puso pálido.
"¡Basta ya de juegos y aléjate de allí, Adriana! Estoy hablando en serio", expresó y no pude evitar reírme un poco ante sus palabras.
"¿Crees que estoy jugando contigo? Disculpa por decírtelo, cariño, pero lo que escuché por allí, es que no se puede jugar con Draven Cruz. ¡Eres tú quien se está divirtiendo conmigo!", dije, luego seguí caminando cerca del borde y lo vi moverse un poco hacia adelante antes de lanzarle otra mirada de amenaza, provocando que se paralizara.
"De acuerdo, tranquila. Podemos conversar de esto adentro, por favor, ven para acá", dijo con voz suave y preocupada, pero no me interesó.
"No, creo que debe ser divertido saltar de una mansión", dije eso para molestarlo un poco y lo escuché protestar ante mis palabras antes de soltar un gemido frustrado.
"Por favor, ¿de acuerdo? Bájate de allí, estoy tratando de ser amable", gritó, acariciándose la nuca mientras que yo le lancé una mirada en blanco antes de hacer un gesto de negación con la cabeza y alejarme más.
"No quiero", dije mientras notaba que su voz se estaba volviendo cada vez más intranquila y lo vi con mirada juguetona antes de suspirar. "Cariño, por favor, vente para acá...", expresó con un tono de suplica, como si estuviera tratando de persuadirme para que me salvara.
"Veamos qué tan rápido puedes moverte, Draven Cruz", dije en voz baja y lo escuché decir algo. "Adriana, no, por favor...", dijo antes de cerrar los ojos. Era demasiado tarde.
"Dem*nios, no...", fue todo lo que alcancé a escuchar de las palabras de Draven antes de dejar que mi cuerpo cayera al vacío.