Capítulo 40
1308palabras
2024-04-08 16:23
Layla estaba pensando en Camron y en Esme. Se sentía abrumada por haber ocupado el lugar de esta última. En vez de ella, Esme tendría que haber sido la mujer casada.
Al instante, Michael le dio un beso en los labios a Layla. La muchacha se agarró con fuerza al asiento de cuero, pero enseguida volvió a soltarse. Era incapaz de resistirse. No opuso resistencia a su fuerza, y tampoco le respondió.
Con tal de proteger la inocencia de Camron, ella podría renunciar a su vida para lograr la victoria.

Pero ella no se había dado cuenta de que su esposo no la necesitaba, ni siquiera cuando lo dr*garon.
Layla llegó a considerar que Michael la había estado molestando porque estaba al corriente.
Al fin y al cabo, Michael y Camron ahora estaban trabajando juntos. Si su esposo hubiera manifestado un poco de interés por Layla delante de él, tal vez este no habría traspasado sus límites.
Si ella se hubiera espabilado, habría llegado a la conclusión de que ella también formaba parte del negocio entre Camron y Michael.
Meredith comentó también que Camron pretendía destacar en el grupo Golden Age.
Layla apenas había cumplido medio mes de casada con Camron, y ambos se conocían muy poco.

Por consiguiente, consideraba que no tenía derecho a pretender que Camron la amara de verdad.
En cuanto Michael se percató del inusual comportamiento de Layla, alzó la cabeza y contempló los ojos claros de esta. Había desaparecido el rubor de la contrariedad. Entonces ella se limitó a mirarlo con serenidad y le preguntó: "Señor Harper, usted y Camron ahora trabajan juntos y, a pesar de ello, humilla sin pudor a su mujer. ¿Acaso... Yo también formo parte del negocio que tienen ustedes?"
Michael se quedó perplejo. Ante la mirada serena e indiferente de Layla, se preguntó si se había mostrado demasiado impetuoso con ella, al tener en cuenta su identidad como otro hombre.
Como notó que este permanecía en silencio, Layla frunció los labios y lo interpretó como un acuerdo tácito. "¿Cuál es el trato? ¿Debo acostarme con usted?"

Al no obtener respuesta de Michael, la muchacha bajó la mirada y colocó la mochila a un lado. Elevó la mano para desabrocharse la blusa desde el cuello.
Michael sujetó con fuerza la mano de Layla. Se le hizo un nudo en la garganta y su mirada se tornó más sombría. "No me refería a eso. Camron no pretendía eso tampoco".
"¿Entonces a qué se refieren?", preguntó ella. Se la notaba muy alterada.
Michael no encontraba palabras. Frunció el entrecejo.
De acuerdo con la pregunta de Layla, ella había implicado a Camron en esto.
"Si él quisiera que te acostaras con otra persona, ¿lo harías?", le preguntó.
"Tratándose de alguien que ni siquiera tiene autoestima, ¿piensas que puedo decidir?", Layla apartó su mano de la de Michael. "No soy más que una hija ilegítima de la familia Boyer. Si ellos desean que me case con alguien por Zoey, ¡lo tendría que hacer! Si los demás me piden que sea un escudo, deberé hacerlo sin dudarlo. Señor Harper, aunque intente besarme o pedirme que me acueste con usted, ¿considera que serviría de algo que me negara?"
"¡Lo siento!", Michael le pidió perdón.
Lo único que quería era amar a Layla y acercarse a ella. Él era su esposo, así que era normal todo lo que hiciera con ella. Pero para ella, él era otra persona.
Lo más complicado para él era acompañar a Layla a hacer lo que le diera la gana bajo la identidad de Camron.
Era imposible ver una película o tener una cita con ella como una pareja normal.
Exactamente como había dicho Esme, mientras mejor tratara Camron a Layla, Garrett la usaría más como punto débil para él.
De ser así, ese peligro anterior perseguiría a Layla del mismo modo que una sombra.
Además, con la personalidad de Layla, si conociera la verdad, sin duda acompañaría a Camron en las buenas y en las malas.
"Señor Harper, si lo lamenta de verdad, ¿me puede dejar ir?", Layla había repetido esto más de una vez. Aunque nunca se lo había dicho con tanta calma e indiferencia.
Michael contempló en silencio el rostro inexpresivo de la muchacha.
Al cabo de un largo rato, ella agarró su mochila y estuvo a punto de abrir la puerta y salir del vehículo. "¡Señor Harper, por favor, quite el seguro de la puerta del auto!"
"¿Nunca has contemplado la posibilidad de dejar a Camron y quedarte conmigo?", le preguntó.
"¿Puedo elegir o únicamente me lo está informando? ¿Ya lo ha hablado con mi esposo?", preguntó ella con despreocupación.
El discurso de Layla estaba lleno de sarcasmo.
"Tienes todo el derecho a elegir, así como yo a perseguirte...", declaró él.
Layla lo observó fijamente y esbozó una media sonrisa.
Era consciente de que no tenía derecho a elegir. En caso de que fuera un acuerdo entre Camron y Michael, ella sería la mercancía entregada. De este modo, su padre biológico, Dylan, también se haría cargo de los gastos médicos de su tío.
Ahora bien, si se divorciara de Camron y no aceptara a Michael, no tendría manera de obtener todo ese dinero en tan poco tiempo.
Jaylah gastaba más de lo que su familia le daba en un mes. Puesto que Layla tenía las cosas claras, no se atrevería a pedirle dinero a ella.
Si no contara con el apoyo del dinero, su poder de elección sería una broma. Le pasaría lo mismo que cuando estaba atrapada en el auto. Si Michael no abriera la puerta, ni siquiera podría salir del vehículo.
"Lo voy a pensar", como no quería seguir discutiendo, le respondió: "Primero debo ir a clase".
Michael dejó de ponerle las cosas difíciles a Layla. Le abrió la puerta del vehículo y la observó alejarse.
Por algún motivo, cuando escuchó que Layla se lo pensaría, Michael experimentó un profundo dolor en el corazón.
Cuando la espalda de Layla desapareció de su vista, Michael movió la cabeza de un lado para otro y lanzó un suspiro cargado de celos de sí mismo.
...
Layla se bajó del auto y llegó corriendo hasta el bosque que había detrás del edificio académico antes de detenerse. Se acercó al banco y se sentó. Tras una larga pausa, meditó con seriedad sobre su futuro.
Había algunos temas que Layla no quería guardarse para sí misma. Por eso sacó el teléfono y llamó a Camron.
Enseguida la llamada fue atendida.
"Layla".
Ella percibió la voz ronca de Camron y tomó aire. Se limpió las lágrimas con el dorso de la mano y declaró: "Quiero preguntarte algo".
"Dilo..."
"¿Formo parte del trato de negocios entre Michael y tú?", Layla contuvo los sollozos en su voz. No quería sonar tan patética.
Del otro lado de la línea, Camron permaneció en silencio durante un rato. Tras el acuerdo de Layla de plantearse dejarlo por Michael, ella llamó. Por eso él se preguntó si había llamado para comentarle lo de dejarlo.
"¿Te hubiese gustado que pasara o no?", preguntó él.
La esperanza que quedaba en el corazón de Layla se esfumó como la arena. "En realidad, yo no te importo, ¿cierto? Para ti, simplemente soy la señora Walsh..."
"¿Quieres dejarme?"
Cuando Camron hablaba de la posibilidad de separarse de Layla, se mostraba muy despreocupado. Por ello, esta se soltó una carcajada con desprecio y afirmó: "¡Fue mentira que dijeras que jamás me dejarías marchar! Si hubieras querido que fuera la señora Walsh únicamente para ser el escudo de Esme, ¿por qué no lo manifestaste abiertamente? No está mal que te guste. Pero, ¿por qué pretendes tontear conmigo? ¿Por qué quieres que me involucre en tus sentimientos y los de ella? Tras la muerte de mi madre, juré no involucrarme en las relaciones de los demás. ¿Por qué tienes que...?"
Ella se entrecortaba entre sollozos.