Capítulo 37
987palabras
2024-04-22 11:02
"¡¡Vaya!!" exclamó Adan cuando entraron en la cocina y vieron la comida servida en la mesa. "Esto es demasiado. ¿Tú cocinaste todo esto?" Se giró hacia Emma.
Ella estaba a punto de asentir, pero Layla respondió por ella.
"Sí. Como ves, una heredera de una fortuna cocinó todo esto. Toma nota, sin ayuda de nadie, lo hizo ella sola." Layla estaba mirando a Gianna mientras respondía, pero la otra mujer tan solo le puso los ojos en blanco. Layla sonrió al notar su reacción.

Emma la tomó de la mano para impedirle que volviera a hablar. Layla la miró y su mejor amiga negó con la cabeza, diciéndole sin palabras que ya no siguiera.
Tras esto, comenzaron a comer lo que Emma había preparado. Se sentía encantada de servirle a su amiga.
"¡M*erda…!"
"No digas malas palabras mientras comes, Adan," lo regañó Emma con los ojos todavía en su plato mientras cortaba su carne de res.
"Perdón," respondió él.
Todo se quedó en silencio durante unos minutos y, después de un rato, la irritante voz de Gianna rompió la calma. Le estaba ordenando a Levi que pelara lo que según ella era su plato favorito, los camarones. No obstante, ¿no sabía cómo pelarlos? ¿En serio?

Layla no dejó pasar esta oportunidad y Emma tan solo permitió que hablara. Después de todo, sabía que no podía controlar a Layla cuando se ponía pretenciosa y esto podría beneficiarla.
"Aquí tienes, Gianna." Layla cogió un camarón y lo puso en su plato. "Te enseñaré cómo se hace y... Oh, ¿acaso dejas que la criada de tu casa te pele los camarones?" Emma sabía que se estaba burlando de su enemiga porque esta última no tenía sirvientes. Después de todo, solo vivía en un apartamento... y con su madre.
"Mis papás me enseñaron a pelar camarones cuando era niña."
"Puf… Perdón." Adan trató de contener su risa, pero se detuvo cuando Levi lo fulminó con la mirada.

Sin embargo, Layla no se detuvo. Como Emma no había quitado la cáscara de los camarones, solo los intestinos, necesitaban arrancárselas.
"Dobla el camarón hacia abajo. Como estos son grandes, son más fáciles de pelar, Gianna," comenzó a enseñarle Layla. "Si quieres dejarle la cabeza, puedes hacerlo. De lo contrario, solo tienes que quitarla como veas más conveniente. Así..." Levantó las manos y le quitó la cabeza al camarón. Gianna estaba justo frente a ella en la mesa, así que retrocedió sorprendida. "Ay, ¿te asusté?" preguntó Layla en burla. "Vamos, ahora hazlo tú. Si solo te quedas mirando, nunca aprenderás, querida."
Gianna cogió un camarón y miró a Levi, quien asintió. Este acto hizo que Emma apartara la mirada de él. Le dolía ver cómo le daba apoyo moral a su amante.
"Si no puedes, tan solo quítate las patas, Gianna."
Adan quería reírse de ella porque estaba luchando para quitarle la cabeza al animal. Además, tenía ambos meñiques señalando hacia arriba.
Incluso Layla quería estallar en carcajadas. Gianna no había nacido como una niña rica, pero su actitud parecía la de una heredera de una empresa millonaria. Por otro lado, Emma era sencilla y podía hacer cualquier cosa, sin mencionar que sí era una heredera legítima.
"Mejor coge un tenedor y apuñálate... Digo, al camarón. Bueno, no lo apuñales, tan solo inserta un diente en la parte trasera y tira hacia arriba hasta que… Se le salga la cáscara. Luego lo sumerges en la salsa y lo comes," le indicó Layla mientras hacía lo que le había dicho. No obstante, Gianna seguía teniendo dificultades para quitarle la cáscara.
Adan había estado conteniendo la risa, pero estalló, sin importarle la mirada de su amigo. Levi no podía creerlo, así que tomó el camarón de la mano de Gianna y les quitó la cáscara él mismo.
"Gianna," Layla le llamó la atención. Luego levantó el pulgar derecho al aire. "Eres..." Y lo bajó despacio. "Increíble," terminó de hablar y le mostró el pulgar hacia abajo. Adan comenzó a reír más fuerte al ver esto.
Levi miró a su esposa con una expresión que parecía decirle que debía detener a su amiga. Entonces, la mujer tocó a Layla con un dedo y, cuando esta se giró hacia ella, murmuró: "Ya fue suficiente."
La sonrisa de Layla se borró de su rostro al ver cómo los ojos de Emma la sumergían en la completa tristeza. Obedeció esta vez y siguió comiendo. Nadie se atrevió a hablar hasta que terminaron de almorzar.
Después de comer, Levi y Gianna subieron las escaleras. Layla quiso quejarse al respecto, pero Emma la detuvo. Adan, por su lado, fue a la sala a tomar una siesta, así que ambas amigas se quedaron en la cocina lavando los platos.
"¿Cómo puedes aguantarlo, Emma? Dejas que Gianna esté con Levi, ¿cómo es posible? Se la está cogiend…"
De repente, Layla soltó un quejido de dolor cuando Emma le pisó el pie izquierdo para que se callara.
"¿Qué? ¿O me equivoco? ¿Se las está cogiendo a las dos?"
"Cuida tu lenguaje, Layla."
Layla dejó el plato que estaba secando. "No, Emma. ¿Por qué se lo permites? ¿Y si Gianna queda embarazada... y tú también...?"
"Aún no hemos tenido relaciones," replicó Emma para hacerla callar, aunque era mentira.
Su amiga abrió los ojos de par en par. "¿En serio?" Resopló con burla. " Ya te dije que esto era muy, muy, muy mala idea, además de imprudente. Te lo dije. El amor no correspondido solo existe en las películas y no estás en una de ellas, Emma. Déjalo... Pídele el divorcio antes de que sea demasiado tarde..."
"Pero lo amo y sé que todavía podemos intentarlo..."
"Eso es una tontería, Emma. Lo juro, no funcionará…"
"Ya sabes la otra razón por la que insisto..."
"Ahora podemos contárselo. Yo se lo diré, pero prométeme que te irás de este lugar."
Sin embargo, Emma se limitó a negar con la cabeza y suspirar. "Hablemos de esto después, Layla."