Capítulo 25
897palabras
2024-04-22 10:45
CUANDO EMMA BAJÓ, Levi y Gianna ya no estaban, así que simplemente hizo su rutina diaria: cocinar, limpiar la casa, e incluso la piscina. Había una piscina rectangular en la parte trasera de su casa, cerca del jardín, mientras que en el patio delantero había un camino circular con césped y una fuente en el centro.
Su casa era bastante grande, pero no tenían sirvientas ni guardias, solo había un guardia en la entrada principal del lugar. Ella sabía cómo hacer todos los quehaceres dentro y fuera de su casa porque miraba muchos videos de tutoriales y de otros temas en Internet. Además, la mayoría de los quehaceres eran simples y ya los había realizado en su antiguo hogar.
Ella suspiró profundamente cuando terminó de aspirar el suelo alfombrado. Sus padres aún no la habían llamado desde su mudanza. De todos modos, era su culpa porque ella fue quien les dijo que ella sería quien los llamaría. Ellos seguro imaginaban que ella estaba disfrutando de su vida matrimonial, aunque la verdad era que estaba pasando por momentos difíciles.

Emma estaba a punto de subir las escaleras cuando sonó el timbre.
“¿Quién será?”, pensó.
Se arregló el cabello desordenado y puso algunos mechones detrás de su oreja. Ni ella ni Levi esperaban visitas. En todo caso, Levi le habría informado de ello, pero lo único que le había dicho fue que no los esperara porque él y Gianna iban a cenar afuera.
Cuando llegó al pequeño monitor que estaba al lado de la cerradura, vio a Adan. Luego, abrió la puerta.
“Hola”, saludó el hombre y sonrió. Adan también era atractivo: un imán para las chicas y un mujeriego, pero Levi era mucho más guapo y tenía el físico perfecto que toda mujer podría anhelar.
“¿Qué te trae por aquí?”, preguntó Emma y abrió más la puerta. “Entra”, lo invitó.

Adan entró y se sentaron en el sofá.
“Levi aún no ha llegado”, dijo mirando su reloj de pulsera, “es posible que regresen antes de las cinco de la tarde...”
“Está bien, no es a él a quien quiero ver”, dijo. Ese comentario hizo que Emma frunciera el ceño.
“¿Entonces a quién?”

Adan mostró una sonrisa genuina antes de responder: “A ti”.
“¿A mí…?”, cuestionó, señalándose a sí misma, “¿por qué?”, preguntó y soltó una carcajada.
“Necesito hablar contigo sobre tu marido”, dijo.
“¿Levi? ¿Qué debemos hablar sobre él? ¡Cierto! ¿Qué deseas? ¿Café o jugo?”
Adan se apoyó en el respaldo del sofá mientras cruzaba las piernas. “Estoy bien. Gracias. Con respecto a Levi, él está con Gianna ahora mismo”.
Ella asintió. “¿Cómo lo sabes?”, preguntó.
“Los vi en el restaurante cerca de nuestra empresa. Quiero discutir un asunto sobre tu relación. No creas que estoy entrometiéndome en tu relación, solo quiero advertirte que nunca digas o hagas algo que provoque que te lastime”.
“Eso ya lo sé, Adan. No tienes que decírmelo”, respondió y tomó una revista ubicada debajo de la mesa de vidrio.
“No. No lo entiendes, Emma. Estoy aquí porque estoy tan preocupado por Levi como por ti”.
“Estamos bien, Adan. No te preocupes por eso”, aseguró sin mirarlo y pasó una página de la revista.
“Levi nunca lastimó físicamente a la gente, pero, por los moretones que vi en tu brazo cuando los visité aquel día, puedo intuir que te puso las manos encima. Incluso se volvió totalmente dominante contigo...”
“Él no me matará si eso es lo que te preocupa. Me entregué a él porque soy su esposa. Nunca me arrepentí de esto. Sí, hubo veces en las que me hizo daño físicamente, en las que me abofeteó fuerte y hasta me arrastró sin mi permiso, pero él es mi esposo y la culpa la tuve yo. Obedezco lo que me pide porque no puedo darle el divorcio que tanto quiere”.
“Tú misma sabes que lo estás obedeciendo, pero, al mismo tiempo, promueves ese comportamiento. Levi nunca hizo daño a nadie desde entonces, pero ha vuelto a lastimarte. Temo que eso afecte su salud mental”.
Emma cerró la revista y la dejó sobre la mesa. “Ya que mencionaste eso de la salud mental, te quiero preguntar algo”.
“¿Qué cosa?”
“¿Cómo estuvo Levi después de la muerte de su padre? ¿Tenía problemas de temperamento y con el control de su cuerpo? Te lo pregunto porque siempre estuviste con él y en ese tiempo me había distanciado de su lado. Además, Gianna estaba celosa de mí”.
Adan se rio entre dientes. “Sí, ella seguirá sintiendo muchos celos hacia ti hasta que Levi le proponga matrimonio. Él estaba feliz con Gianna hasta que ella comenzó a trabajar en el extranjero y a seguir su carrera como modelo. Ahí fue cuando él comenzó a dudar. Siempre se sintió incómodo, pero está luchando contra ello”.
Ella frunció el ceño por la confusión. “¿Por qué está dudando...?”
“Porque leyó un mensaje en el teléfono de Gianna y cree que es de un hombre, pues el mensaje decía 'Bebé' y 'Te extraño'”. Adan se rio entre dientes. “Pero Gianna le dijo que era su maquillador gay, y Levi confió en su explicación. Aun así, a pesar de que confíe mucho en ella, es normal sentir dudas, ¿verdad?”
“Entonces, ¿por qué sigue tan perdidamente enamorado de ella?”, preguntó Emma. Empezaba a sentirse mucho más confundida.
“Y resulta que vi a Gianna besando a otro hombre en San Diego el mes pasado...”