Capítulo 46
1606palabras
2023-04-27 21:23
POV EMMET
El intento de que todos cocináramos había terminado mal y no porque Lilith, Aine y yo no pusiéramos atención, sino porque nos vimos interrumpidos por mi escandalosa hermana, la cual había llegado justo en el momento que nos habíamos dispuesto a preparar la cena.
Ella era completamente una revoltosa a pesar de que ambos teníamos la misma edad, ella seguía pareciendo una niña muchas veces y más cuando los gemelos Donaban estaban cerca, sabía que uno de los dos le gustaba desde que los había conocido, pero aún no había descifrado cuál de los dos era el que tenía loca a mi hermana.

-Vamos a comer afuera- Dijo mi hermana cuando Tomás y Maikel estaban por volver a la cocina- Quiero celebrar que volví.
- ¿Celebrar? - Pregunte alzando una ceja y ella se encogió de hombros- Aparte padre, no creo que quiera que salgamos de la casa.
-Papa va a dejarnos hacer lo que yo quiera hacer- Me dice sacando la lengua- A pesar de que llevo años lejos sabes que sigo siendo su debilidad.
Ruedo los ojos y le doy mi celular para que marque a su padre querido y que él le dijera si podía o no salir de la casa, aunque sabía cuál iba a ser la respuesta de mi padre, jamás le negaba nada a ella y menos suponía que lo haría ahora, ya que estuvo tanto tiempo sin cumplirle los caprichos a su hija querida.
-Pero papa- Se queja mi hermana y yo la miro sorprendido- Está bien nos quedaremos en casa.
Ella corta la comunicación y me mira enojada.

- ¿Qué fue lo que hiciste para que padre no nos dejara salir?
-Yo no hice nada- Le respondí sacando el celular- Tu padre es un paranoico que nos trajo a la casa de la abuela para controlarnos, por lo que no tienes por qué agarrártela conmigo, aparte si no quería que te controlaran te hubieses quedado en Londres o donde sea que estabas.
Ella me quedo mirando con los ojos abiertos y no solo fue ella, sino que todos, jamás le había contestado así a ella, o mejor dicho jamás le había contestado así a nadie, pero es que estaba enojado, odiaba que me controlaran la vida, ya bastante tenía con el hecho de que me habían internado en un colegio y cuando pensaba que iba a estar libre hasta que terminaran de arreglar el nuevo internado, mi padre me sale con que tengo que venir al territorio de la manada.
-Emmet- Me dice mi novia con un tono de desaprobación- Vamos.

Ella camina hacia la puerta de salida y yo la sigo, sabiendo que cuatro pares de ojos me estaban mirando con diversión porque mi novia estaba por retarme por la forma que le había hablado a mi hermana.
- ¿Qué es lo que te pasa? - Me pregunta cuando estuvimos a solas- Es tu hermana ¿Por qué le contestaste así?
-Es que odio todo esto- Le respondo- No quiero estar aquí, quiero irme y librarme un tiempo de mis deberes o de las estúpidas preocupaciones de mis padres.
-Por lo menos tienes a tus dos padres preocupándose por ti- Me susurra- Yo cuando tuve a mi madre, no tuve a mi padre y ahora que tengo a mi padre no tengo a mi madre.
-Tu padre no estuvo contigo porque no pudo.
-Lo sé- Me contesta- Pero eso no quita que yo haya sentido su ausencia siempre y que ahora sienta la ausencia de mi madre, no los culpo, el que ellos no estuvieran cuando más lo necesitaba, no fue culpa de ellos, fue culpa de las circunstancias, sin embargo, tú que tienes la posibilidad de tenerlos a los dos y que se preocupan por tu seguridad deberías sentirte agradecido o por lo menos no atacar a tu hermana que aunque también estuvo mal en culparte cuando no tenías nada que ver, ella sigue siendo tu hermana.
Ella me abrazo y yo la rodeé con mis brazos, amaba tenerla tan cerca de mí, cuando estaba así junto a ella todas las preocupaciones se desaparecían.
Ella era mi lugar seguro.
- ¿Vamos a intentar cocinar? - Me pregunta ella separándose un poco de mí- Ya tengo hambre.
Le rujió el estómago al terminar de confesar que tenía hambre y yo me reí provocando que ella se pusiera colorada por la vergüenza.
-Vamos a ver que tienen planeado que cocinemos los gemelos- Le dije agarrándola de la mano para volver a entrar a la casa- Espero que no se nos queme nada porque, si no tendremos que salir a comer y si lo hacemos estaremos en varios problemas.
Ella rodó los ojos, pero no dijo nada, solo me siguió.
POV LILITH
Los esfuerzos de los gemelos en tratarnos de enseñar a cocinar habían sido en vano, todos estábamos demasiados distraídos como para seguir las indicaciones que ellos nos daban, por lo que ambos habían decidido seguir cocinando solos y que nosotros esperáramos lejos de la cocina.
Los Aine y yo nos habíamos sentado en el sillón y nos habíamos puesto a buscar en la televisión que los chicos habían traído de la cabaña, se notaba que ellos no podían vivir ni un día sin su gran pantalla, y Emmet había salido afuera con su hermana, esperaba que no estuvieran paliando porque no quería meterme una vez más entre ellos para que no discutieran.
La verdad entendía a Emmet, a mí tampoco me gustaba que me controlaran así, mi mamá jamás me había controlado cuando ella estaba viva, es más, ella era la que prefería que yo saliera y estuviera con los chicos y chicas de mi edad, sin embargo, yo era una total y completamente una ermitaña, jamás me había sentido a gusto estando con los chicos de mi edad y ahora comprendía el porqué, yo era diferente a ellos, de una manera que aún no comprendía del todo.
- ¿Qué les dijeron sus padres? - Me pregunta Aine aún con el control en la mano, tratando de buscar una película- ¿Les pusieron las cosas difíciles?
-Nos revelaron secretos de la familia- Le digo suspirando- Y yo que creí que tener una mama supermodelo era lo más raro de mi vida, ahora lo más raro es que tengo aprenderme un hechizo en francés.
-Las cosas van a mejorar- Me consuela viéndome a los ojos- Cuanto menos te des cuenta vas a poder usar tu magia de una manera extraordinaria, solo tienes que ser paciente, a mí tampoco se me da bien el francés, aunque mi padre siempre dice que de chica lo hablaba mejor que él.
- Al parecer cuando éramos chicas era una mejor versión de lo que somos ahora- Ella me mira sin entender por lo que se lo explico- Yo cuando era más chica utilizaba la magia para hacer travesuras o por lo menos eso dicen los diarios de mi mamá, sin embargo, ahora la utilizo y lo primero que me pasa es desmayarme.
- Las cosas cambian.
-No cambian- Le susurro- Lo que pasa es que por lo menos a mí, si mi madre hubiera sido sincera y me hubiese explicado quien era en verdad, estoy segura de que no sería lo que soy ahora, ella pudo enseñarme a usar mi magia.
-Capaz ella jamás quiso que lo supieras- Trata de explicarme, pero yo niego con la cabeza- Mira en qué situación estamos ambas, es casi la misma, pero a la vez tan distintas, mis padres siempre a mí me dijeron la verdad, siempre supe que tenía magia, pero, aun así, jamás la había practicado, a mi mamá jamás le gusto que la empleara y yo solo quería ser una chica más del montón, no quería destacar por lo que seguí mi vida normal, hasta que mi madre murió y tuve que venir acá, acá entendí que mi magia no solo puede ayudarme a mí, sino a los que amo, por eso mismo, tú no sabes cómo hubieses reaccionado si lo hubieses sabido todo el tiempo, capaz jamás te hubieses interesado en practicar.
-Aun así, esa hubiese sido mi elección y no de mi madre.
Me pare del sillón y fui hacia mi habitación, Aine no entendía que yo no estaba enojada por todo lo que me habían ocultado, sino porque me quitaron la posibilidad de elegir, yo tenía que ser la que eligiera si quería o no practicar mi magia, yo tendría que haber elegido si quería estar con mi papá y mis hermanos, pero ellos habían elegido solos y me habían quitado la posibilidad de vivir con los míos.
“Solo te protegían” escuché una voz en mi mente “ellos simplemente te amaron más de lo que piensas”
Mire para todos lados en mi habitación hasta toparme con un espejo que me mostraba de pies a cabeza, mis ojos no eran él, caracterizó mostaza que siempre tenía, eran rojo rubí.
“¿La princesa está despertando?”
- ¿Quién eres? - Pregunté lo más despacio que pude- ¿Por qué estás en mi mente?
“Soy tú” Y veo cómo mis labios se curvan en una sonrisa “Soy completa e inequívocamente tú o bueno una parte de ti”
-No eres yo
“Si lo soy” Me estaba empezando a doler la cabeza “Soy tu forma que no ha despertado aún por completo, pero estoy por despertar, en la próxima luna tú y yo seremos una”
El dolor en mi cabeza se intensificó hasta que todo se puso negro y caí de una forma dolorosa al piso, no podía pensar en nada más, solo que quería dormir para siempre y así lo hice, me dejé llevar por la oscuridad.