Capítulo 26
1142palabras
2023-04-04 21:27
Las fiestas de mi suegra eran bastantes grandes, como las que mi mamá asistía conmigo hace unos meses, eran tan grandes que no podía recordar todos, sin embargo, Emmet no tenía problemas de recordar los nombres de las personas que me presentaba.
Él era tan encantador, saludaba a todos con una sonrisa y con mucho respeto, yo siempre había sido media torpe para eso, por eso cada vez que iba a una fiesta con mi mamá me quedaba en un costado, no me gustaba fingir, las sonrisas falsas no eran para mí, pero al mirar a mi novio cada vez que saludaba a una persona, me daba cuenta de que no era una sonrisa falsa, era una sonrisa verdadera, la cual me hacía sonreír a mí de la misma manera.
- ¿Es tu novia? - Le pregunto una chica que se notaba que era más chica que nosotros, sin embargo, veía el interés por la respuesta de mi novio, un interés que no me gusto.

-Si- Afirma Emmet con una sonrisa y me aprieta la mano que teníamos entrelazadas- Ella es mi novia Lilith Clutterbuck
- ¿La niña desaparecida de los Clutterbuck? - Pregunta la que suponía era la madre de la niña-Como no me di cuenta antes, eras igual a tu abuela, aunque tienes mucho de tus padres también.
-No sé de qué abuela me habla- Espete- Yo solo tenía a mi madre como mi familia y tampoco estaba perdida, mi padre sabía dónde estaba, solo que no se lo decía a mi abuela porque me estaban protegiendo de ella.
- ¿Protegiendo de mí? - Pregunto una vos a mis espaldas, la cual me causo un escalofrío enorme- Tu madre niña siempre fue una loca y veía cosas donde no las había, yo jamás le haría daño a mi propia sangre.
-Mi madre no estaba loca- respondí dándome la vuelta y soltándome de la mano de Emmet para ver a la mujer que había insultado a mi madre- Ella jamás me hubiese separado de mi familia si no estuviera en peligro.
La mujer me examino y al igual que ella yo hice lo mismo, éramos demasiado parecidas, más de lo que me gustaría, sin embargo, dudaba que ella tuviera los valores que mi madre me había inculcado, porque si los tuviera no haría lo que estaba queriendo hacer con las familias de diferentes especies, yo y ella podíamos parecernos físicamente, pero en la forma que pensábamos no y eso agradecía a mi madre.

-Ya veo que tu madre hizo una copia de ella- Dice Tranquilamente- Tienes su carácter, explosivo, no obstante, eso no te servirá conmigo chiquitita, soy tu abuela, tu tutora y no puedes hacer nada contra eso, mis leyes van a ser tus leyes y todo lo que digo será verdad para tus oídos.
-Tú no eres mi abuela, no te reconozco como tal- Espete enojada- Y aunque puedes que seas mi tutora, tú no me mandas, no puedes, yo no crecí bajo tus leyes, no soy uno de los tuyos por lo que tienes que dejar de creer que tienes cierto poder sobre mí porque no lo tienes, estoy de novia con Emmet Stone, te guste o no nuestra especie se va a mezclar con la de él, soy su compañera y lo acepto como mi compañero.
Emmet se puso a mi lado y enlazó nuestras manos para que ambos pudiéramos enfrentar a mi abuela.
-Usted sabe que no manda en la manada de mis padres- Le dijo con una sonrisa mirándola- Y también sabe que cuando una bruja acepta ser la compañera de un alfa no existe la marcha atrás, usted no decide y sus leyes no nos afecta.

- Madre- Vi como mi padre agarraba del brazo a mi supuesta abuela y trataba de arrastrarla- Es una fiesta y los chicos está acá para disfrutar, no puedes hacer un lío solo porque Lilith no quiere seguir tus leyes, ella es grande y tiene la edad suficiente para saber lo que quiere, aparte ya acepto ser la compañera de Emmet en público, tú no puedes hacer nada contra eso.
-Soy la ley en Nueva Orleans- Se notaba que estaba enojada, parecía que era la primera, vez que alguien no le tenía miedo y no hacia su voluntad- Y nadie puede desafiarme, ni siquiera esta niña, pude con su madre, también voy a poder con ella.
- ¿Pudiste con mi madre? - Pregunto haciendo que ella me mire con desprecio- Mi madre se fue cuando yo estaba embarazada, me crio lejos de tus leyes, lejos de ti y de tu familia, por lo que creo que no pudiste con ella, ella hizo que tu hijo se pusiera encontrá tuyo y aunque aún no sé por qué él y mis hermanos se quedaron contigo, sé que ellos hubieran preferido irse con mi madre antes de quedarse con una loca como tú.
Terminé de decir eso y empecé a caminar arrastrando a Emmet conmigo, no podía seguir enfrentándome a ella, sentía que si seguía enfrente de ella algo en mí iba a explotar y no lo necesitaba, no hoy, esto era una fiesta para disfrutar, no para discutir toda la noche con una señora que ni siquiera me conocía.
- ¿Adónde vamos? - Me pregunto Emmet mientras caminábamos entre la gente- No conoces la casa y si quieres ir donde están los chicos, estamos yendo al lugar contrario.
-Solo quiero alejarme de esa señora.
Paro de caminar y agacho la cabeza, me sentía demasiado inútil, tendría que haber dicho algo más para defender a mi madre; sin embargo, en el momento no se me ocurrió nada más y eso me frustraba.
-Estuviste muy bien- Me dice Emmet soltándome la mano y abrazándome- Defendiste lo que vos creías, defendiste nuestra pareja y lo hiciste demasiado bien, no tienes por qué sentirte mal, hasta la enloqueciste con cada cosa que le dijiste.
Me aparté un poco de su abrazo y lo miré a los ojos sonriendo ante lo dicho por él, por qué tenía razón, mi abuela había enloquecido, al parecer le había caído mal, que yo la enfrentara como lo había hecho y eso era un avance, mientras más loca pareciera mi abuela menos caso le harían la gente o por lo menos eso esperaba.
-Ya me presentaste a toda la fiesta- Le recuerdo- Podemos llamar a los chicos y dirigirnos al jardín, no quiero cruzarme con la madre de mi papá en todo lo que queda de fiesta.
Él asintió y me dio un beso en la frente, esto se estaba volviendo una costumbre, el que él me diera un beso en la frente, cada vez que tenía la oportunidad y la verdad no me disgustaba, cada cosa que él hacía por mí me causaba ternura y estaba segura de que en cualquier momento me tendría locamente enamorada de él.