Capítulo 51
794palabras
2022-09-10 00:01
Adriana.
-------------------------------------------------- ---------------------------------------------------------
"Detente, no puedo hacerlo", expresé finalmente, alejándome de su boca y sus labios se abrieron con un pequeño grito ahogado. 

"Dem*nios, solo bésame un poco más", dijo en tono de súplica antes de acercarse a mis labios con avidez, mientras que yo negué con la cabeza y revisé con la mirada la habitación, rezando que nadie nos hubiese visto. 
"No puedo, aquí no", dije tomando aire, y él sin previo aviso me levantó en sus brazos y empecé a sentirme mareada. Antes de que pudiera decir algo, me tiró y aterricé sobre un material suave soltando un pequeño grito. Me sorprendí cuando me percaté de que ya estábamos en mi dormitorio y antes de que pudiera sentarme, Draven rápidamente se quitó la camisa y se puso sobre mí, sus dedos tocaron mi cabello mientras yo estaba paralizada. 
"Bésame otra vez", dijo nuevamente y abrí la boca para responderle algo cuando colocó sus labios sobre los míos. No supe qué hacer durante unos segundos antes de envolver mis brazos alrededor de su cuello y corresponderle el beso, sus dientes ya mordían mi labio inferior, haciendo que se me erizara la piel. Se me hizo difícil respirar cuando sentí que sus dedos se deslizaban contra mi camisa antes de tomarme por la cintura, frotando su cuerpo contra el mío mientras el beso comenzaba a ponerse más apasionado. 
"Ay, Draven...", dije suspirando mientras él se movía hacia mi cuello para besarlo. Traté de contener un gemido cuando comenzó a chupar mi punto débil, pero finalmente lo solté, lo que provocó que Draven se pusiera tenso. 
"Drav...", interrumpí mis palabras cuando sentí su lengua tocar mi cuello varias veces, poniéndome un poco incómoda. "Espera, detente", dije mientras el miedo se apoderaba de mí y él seguía lamiendo el mismo lugar con avidez, su mano apretó mi cintura cuando intenté liberarme. 
"Hueles muy rico", expresó, su voz sonaba tan lejana y distinta que hizo que todo mi cuerpo tuviera miedo, pero de alguna manera logré defenderme. 

"Por favor, Draven, me estás asustando... para ya...", dije con tono de suplica pero en el fondo, sabía que no servía de nada. Estaba perdiendo la cabeza. "Detente, ahora", volví a decir cuando sentí que algo afilado rozaba mi piel, provocando que las lágrimas aparecieran en mis ojos. Con lo último de fuerza que me quedaba, lo sujeté por los hombros y lo aparté de mí, yo estaba llorando a causa de la rabia y el miedo. 
"Ey, Adriana", empezó a decir tan pronto como se percató de lo que estaba a punto de hacer y moví la cabeza con ira. 
"¡No! ¡Solo apártate de mí!", dije en voz alta, arrimándome hasta el borde de la cama, tapando mi cuello y asegurándome de que no me había mordido. Me sentía aliviada porque no pasó nada. 
"Discúlpame, no fue a propósito, no estaba pensando bien". 

"¡No me interesa, solo aléjate de mí, Draven! ¡No quiero que estés cerca de mí!", grité cuando intentó acercarse. Mi cuerpo temblaba mientras me secaba las lágrimas. 
"Disculpa, fue solo un accidente", dijo y luego guardó silencio cuando me levanté y empecé a irme. "¡Adriana, espera, por favor!, gritó, tomando mi mano y dándome la vuelta para mirarlo, pero rápidamente me alejé. 
"No debí corresponderte el beso. Fue mi error. Eres un vampiro y eso jamás cambiará", esperaba que se enfadara con lo que dije, pero su expresión permaneció igual. La culpa y el desconsuelo invadieron sus ojos cuando dio un paso adelante y yo retrocedí por miedo. 
"No fue a propósito, no volverá a pasar". 
"Déjame tranquila, Draven... por favor", dije en voz baja, girándome y mirándolo molesta mientras se paraba nuevamente frente a mí. 
"Tranquila, muñeca", antes de que pudiera terminar sus palabras, caminé junto a él y me marché de la habitación, ignorándolo por completo. Estaba a punto de bajar las escaleras cuando choqué con alguien y caí sentada. Con un quejido levanté la mirada y me encontré con Francis, como de costumbre, su camisa ya estaba un poco desabrochada y en mi cara apareció una expresión de asombro y terror. 
"¿Intentabas esconderte de mí, cariño?", preguntó sin rodeos, agachándose para encontrarse con mis ojos y mi corazón se paralizó ante sus palabras. La música sonaba muy fuerte por lo que abrí la boca para gritar y pedir ayuda, pero ya no parecían salir palabras. 
"Umm, yo, yo..."
"Oh, ¿no sabes qué decir?", preguntó mientras acariciaba mi cara, sus dedos largos y fríos descansando sobre mis mejillas, por lo que mis ojos se abrieron por el pánico. "Te ves muy linda cuando tienes miedo, ¿lo sabías?", susurró, acercándose a mi cara sin expresión y luché por encontrar qué decir, más bien, gritar las palabras correctas. 
"Dime, Adriana, ¿qué debería hacer contigo?".
-------------------------------------------------- ---------------------------------------------------------