Capítulo 13
1516palabras
2022-05-10 10:40
Skye
Un ruidoso gemido, casi un grito, escapó de mi boca en el momento en que abrí los ojos y lo primero que vi fue a Parker, completamente desnudo a mi lado, con las marcas de mis mordiscos y mis rasguños sobre su cuerpo. Me lamí los labios pensando que lo de anoche había sido algo increíble. Hacía mucho tiempo que no disfrutaba de una noche como aquella. Era una pena que hubiera sido algo de solo una noche; de solo una noche, aunque hubiera sucedido cinco veces. Parker era un hombre lleno de vigor, no cabía duda, y me hizo sentir fabulosamente cada una de las veces. No voy a negar que es algo que había querido durante mucho tiempo, pero esperaba también que no se tratara de algo capaz de hacer que las cosas cambiaran entre nosotros. Eso era algo que no quería que sucediera, no importa lo fabulosa que hubiera sido la noche anterior.
Dirigí una nueva mirada furtiva al magnífico espécimen que tenía junto a mí, en mi cama, dejando que un suave gemido escapara de mis labios. ¿Por qué tenía que ser tan condenadamente sexi? Dios, algo así debería ser declarado ilegal. Podía sentir una conmoción entre mis muslos mientras rememoraba en mi cabeza todo lo que había sucedido la noche anterior.

”Basta ya, pervertida”, rio Parker.
¡Maldición! ¡Con las manos en la masa! No era de extrañar, por la forma en que clavaba mis ojos en él.
”No sé de qué hablas”, le respondí con seguridad.
”Patrañas”, dijo. “Puedo sentir tus ojos clavados en mí”.
“Y si así fuera, ¿qué hay con eso?”, dije riendo.
¿Qué sentido tenía negarlo? Parker abrió los ojos, arqueando una de sus cejas castañas hacia mí.

"Tch, tch, tch", rio entre dientes, moviendo su cabeza con desaprobación.
"Oh, cállate. Tampoco es como si fuera la primera vez que te veo desnudo", sonreí.
"No. Pero será la última", dijo. "Así que probablemente deberías hacerte a la idea", agregó, con un poco de engreimiento, si puedo decirlo.
Tuve que contenerme para no poner los ojos en blanco. No necesitaba que me recordara que era algo que no volvería a suceder.

"Sí, sí; ya lo sé", dije, sentándome.
Iba a levantarme de la cama, pero Parker me detuvo, agarrándome.
“¿Y adónde crees que vas?”, preguntó.
“Voy por algo de beber y para buscar algo con que cubrir mi cuerpo desnudo”, dije.
"Hmm… ¿Por qué?" preguntó, acariciando mi espalda.
Pero… ¿Qué demonios? ¿Por qué no me dejaba salir de la cama?
“¿Por qué querría quedarme desnuda? Probablemente deberías ponerte algo tú también, ya que esto fue algo de una noche, así que no hay necesidad de que ninguno de nosotros permanezca desnudo”, dije.
Finalmente, me las arreglé para alejarme de él y me puse de pie. No me importaba estar desnuda. Él lo había visto todo la noche anterior, y desde muchos ángulos diferentes, así que no tenía nada que ocultar. Parker lanzó un gemido cuando me levanté de la cama y sonreí para mí misma, mirándolo por encima del hombro. Sentí sus ojos recorriendo todo mi cuerpo y clavándose en mi trasero. 
"¿Quién es el pervertido ahora?", me reí.
"No sé a qué te refieres", sonrió Parker.
Me reí, sacudiendo mi cabeza mientras me ponía la bata. Me dirigí a la cocina, donde cogí dos botellas de agua, una para mí y una para él.
Suspiré mientras recorría mi cabello con mis dedos, pensando que tal vez lo de anoche no había sido tan buena idea, después de todo. ¿Por qué? Pues porque ahora que había saboreado a Parker en más de un sentido, si me entienden, me pareció que querría hacerlo de nuevo. Habíamos acordado que sería solamente una noche, y sabía que eso era lo mejor porque no queríamos que las cosas se complicaran entre nosotros. 
Regresé a mi habitación y al llegar Parker ya tenía puestos sus bóxeres. Le arrojé una botella de agua antes de volver a meterme en la cama.
“Las cosas no se pondrán raras después de lo que pasó anoche, ¿verdad?”, me preguntó.
“Por supuesto que no. Ahora somos adultos y eso fue solo sexo”, le respondí, encogiéndome de hombros.
"Sí, eso es cierto", sonrió. "Probablemente lo mejor sería que saliera de tu habitación en caso de que Amy regrese", agregó.
"Sí, probablemente sea lo mejor", le dije.
Se levantó de la cama, recogiendo su ropa, que estaba en mi habitación.
“¿Vas a levantarte o seguirás durmiendo?", preguntó.
“Intentaré dormir un poco. Me dejaste agotada“, le respondí.
“Eso es lo que me gusta escuchar”, sonrió. “Te veré cuando te levantes”, agregó.
Asentí y lo vi abandonar la habitación. Con rapidez cambié la ropa de cama antes de volver a meterme en ella. Necesitaba cuando menos un par de horas más de sueño. Estaba exhausta.
***
Desperté y verifiqué qué hora era. Había dormido dos horas, pero me sentí mucho mejor. Me levanté, me di una ducha rápida y me puse algo de ropa antes de ir a buscar comida y café. Escuché las voces de Amy y de Parker, conversando, y me pregunté a qué hora habría regresado Amy.
“Buenos días, ustedes dos,” dije, dirigiéndome a la cocina.
“¿Buenos días? Ya es de tarde”, se rio Amy, y agregó: “No es propio de ti dormir hasta tan tarde.”
No, Amy, no lo es; pero resulta que tu hermano me dejó completamente agotada. No creía que a Amy le hiciera muy feliz si llegara a saberlo.
“Lo sé”, le respondí. “Es que simplemente no pude dormir mucho anoche”, y tras una pausa le pregunté: “¿Y qué tal estuvo tu noche?”
“Divertida y ardiente”, rio Amy.
“¡Hey! No quiero escuchar nada de eso”, dijo Parker, tapándose los oídos.
Amy y yo nos miramos y, poniendo los ojos en blanco, nos reímos. Parker tampoco podría decir nada sobre algunas de las cosas que me había hecho la noche anterior. Yo ni siquiera tenía idea de que era capaz de colocarme en algunas de las posiciones en las que él me había puesto. Era más flexible de lo que había pensado, no cabía duda. Pero aquel no era el momento apropiado para pensar en eso.
“Oh Parker, supéralo”, le grité riendo.
Se volvió hacia mí lanzándome una mirada furiosa, a pesar de que también se reía.
“Podemos hablar de eso más tarde” rio Amy, mirándome.
Asentí y me dispuse a prepararme un café, ofreciéndoles uno a ellos, pero me di cuenta de que cada uno estaba bebiendo ya el suyo. Extendí el brazo para coger una taza del estante, y, mientras lo hacía, sentí que un par de ojos se clavaban en mi trasero. Sabía que era Parker, pues Amy no tenía ningún motivo para mirarme el trasero.
Una vez que cogí la taza me di la vuelta y Parker continuaba mirándome. Recorrí mis labios con mi lengua y sonreí antes de alejarme rápidamente de él. Sabía que había sido algo de una sola noche, pero ello no significaba que no pudiera bromear al respecto, aunque fuera un poco. Sabía lo que Parker pensaba mientras miraba mi trasero, sobre lo sucedido la noche anterior y sobre lo mucho que me había gustado que azotara mi trasero. ¡No me avergüenzo de ello! A todos nos gusta lo que nos gusta.
Tomé mi café y me uní a ellos en el sofá, sentándome entre ambos.
“¿Y qué hay de ustedes? ¿Qué hicieron anoche?”, preguntó Amy.
“Cenamos… Vimos un par de películas…”, respondió Parker.
Y algo más...
“Por Dios, ustedes dos necesitan algo de emoción en sus vidas”, rio Amy.
Y habíamos tenido mucho de eso la noche anterior.
“No hay nada que necesite en este momento”, replicó Parker.
“Ya tengo emoción, pero sí, quizás podría tener un poco más“, dije a Amy, y riendo le pregunte: “¿Tu follamigo tiene algunos amigos?”
“Podría preguntarle”, respondió Amy, sonriendo.
“Creo que ambas podrían tener algo mejor que solo un jodido compañero”, dijo Parker, con su atención dirigida hacia mí.
“Tal vez no queremos algo mejor, solamente alguien divertido y nada más”, le respondí, encogiéndome de hombros.
“Bueno, ambas son mujeres adultas; hagan lo que quieran”, dijo él, encogiéndose también de hombros.
“¡Exactamente!”, respondimos Amy y yo al unísono.
Después de eso, Parker cambió rápidamente de tema. Era algo de lo que no deseaba seguir hablando. Amy terminó su café y fue a ducharse. Parker cambió de tono en cuanto comprobó que su hermana ya no podía escucharnos.
“Conque un follamigo, ¿no? ¿Es eso lo que estás buscando?”, preguntó Parker.
"Tal vez", me encogí de hombros.
"¿Por qué? ¿Acaso no quieres algo más que eso?”, preguntó.
“No en este momento”, dije. “No quiero una relación después de la última”, agregué.
La verdad es que planeaba quedarme soltera por un tiempo. Era mejor así.
“Solo ten cuidado, ¿de acuerdo?”, dijo él con suavidad.
“Siempre”, le respondí.
Me ofreció un firme asentimiento y tras levantarse se alejó. ¿A qué venía todo eso? Era una chica grande y podía cuidarme sola. Le resté importancia y volví a mi café. Probablemente solo era Parker siendo Parker, sobreprotector con su hermanita y con su mejor amiga.